En el camino: La flor entre el asfalto
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En el camino (2025), el tercer largometraje de David Pablos, abre las puertas de la Sección Oficial en la 23ª edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), el más importante del país. La película, seleccionada para competir incluso antes de que se diera a conocer el palmarés del Festival Internacional de Cine de Venecia, se proyectará ya con los premios de la sección Orizzonti y el Queer Lion.

La película de Pablos también incorpora el acento queer en la competencia, un sello que el FICM ha acogido históricamente. Como ejemplo, el año pasado Morelia fue sede del Queer Palm Lab, proyecto de otro festival aliado, Cannes, y que este año celebrará su segunda edición en México. Se trata de una residencia de mentoría dirigida a cineastas que desarrollan su primer largometraje con temática o personajes queer.

En el camino suma a su presencia en el festival un tercer ángulo, no menos interesante. En su artículo 9 LGBTQ+ People Explain How They Love, Hate, and Understand the Word ‘Queer’, Alexander Cheves y Quispe López explican la diferencia del término como “extraño” o “raro”, frente al significado que adquiere al llegar al mainstream en los años noventa —y su reapropiación por la comunidad gracias a series como Queer as Folk (2000-2005)—, donde pierde buena parte del tono despectivo sin abandonar su carácter rebelde y crítico hacia lo heteronormativo.

En la anécdota, la película nos relata la historia de Veneno (Víctor Prieto), un vagabundo de carretera en huida constante que, tras ser abandonado en medio de la nada, ofrece su compañía a Muñeco (Osvaldo Sánchez), un trailero con una profunda soledad por el viaje sin fin. En ambos personajes, Pablos propone dos formas distintas y, hasta cierto punto, novedosas de lo queer.

El actor Víctor Prieto Simental protagoniza “En el camino” (2025), Dir. David Pablos. Cortesía: Animal de Luz Films

Aceptando la homosexualidad de Veneno como algo que no le importa ni le incomoda, Muñeco lo incorpora como compañero en la aventura por los largos caminos del desierto, donde, en su intento por alejarse de las adicciones, solo había hallado alivio en relaciones sexuales fugaces y vacías. Desde Muñeco, lo sexual se convierte en un vehículo del discurso de Pablos.

En su largometraje El baile de los 41 (2020), el sexo era manifestación de identidad y festividad en entornos hostiles hacia lo queer (como lo fue el Porfiriato a inicios del siglo XX). En su película debut, Las elegidas (2015), el sexo aparece, por un lado, como mercancía y abuso, pero también como un acto de escape y un deseo de afecto en medio de un ambiente tenso y solitario. El sexo de En el camino se manifiesta más como algo profundamente humano. “He visto a muchos traileros acostarse con otros nomás para abandonar la soledad”, le dice Muñeco a Veneno en una de sus largas conversaciones en la cabina de su tráiler.

Víctor Prieto y Osvaldo Sánchez interpretan a Veneno y Muñeco, respectivamente, en “En el camino” (2025), Dir. David Pablos. Cortesía: Animal de Luz Films

El sexo, lo sexual, tiene una presencia importante a lo largo de la película. Desde ahí se mide el desarrollo de ambos personajes: primero es el capital/mercancía de Veneno para conseguir aventón —igual que la droga—, pero al avanzar en la cinta adquiere un papel distinto. Como flor que crece entre el asfalto, En el camino explora el afecto y la intimidad entre hombres, tanto física como emocionalmente, en medio de circunstancias peligrosas y un entorno machista. A diferencia de otras narrativas, Pablos evita que Muñeco reaccione con enojo o violencia ante la duda sobre su sexualidad; en cambio, lo muestra reconociéndola como una necesidad humana que surge del hambre de afecto. Los deseos de Muñeco se entrelazan profundamente con las emociones que desarrolla hacia Veneno, un vínculo que se extiende desde muy lejos y que representa algo que nunca había formado parte de su horizonte.

Sin caer en los trillados arquetipos que se vuelven estereotipos, Veneno y Muñeco son una completa atracción de opuestos. Víctor Prieto y Osvaldo Sánchez plasman esas diferencias que los unen, lo que determina el impactante cambio de sus personajes. Los une la paciencia y la calma, la misma que Prieto le imprime a Veneno, solemne a pesar de la necesidad de huir de su pasado: nunca nos hace sentir que el tiempo se acaba, y es precisamente eso lo que vuelve tan tierna su relación con Muñeco.

Veneno es, primero, un auxilio ante las adicciones de Muñeco, pero después se convierte en una amistad que culmina en romance. Sin embargo, en una sociedad en la que se exigen etiquetas, Muñeco no manifiesta una crisis ante ello. Al contrario, comprende la inutilidad de encasillarse y admite que la intimidad ha fortalecido el vínculo emocional con Veneno. Él no pelea contra sus sentimientos ni contra la atracción sexual que estos le provocan. Se deja llevar en la aventura con Veneno, por quien siente un gran amor que no es tradicional aunque sí completamente inesperado. Es lo queer en su definición más contemporánea: negando el encasillamiento y tomando el camino de la exploración y la aceptación.

El actor Osvaldo Sánchez protagoniza “En el camino” (2025), Dir. David Pablos. Cortesía: Animal de Luz Films

El ritmo de la película recrea el del viaje en carretera: lo refrescante de las paradas para estirar las piernas y descansar, comer o asearse; lo mágico y cálido de las noches de fogata con otros viajeros que también tienen una partida y un destino. La cinta recurre con frecuencia a planos abiertos que revelan la imponente presencia de los tráilers e invocan la soledad de un desierto tan vasto como el del norte de México —donde los protagonistas parecen hormigas en comparación—, cortesía de la fotografía de Ximena Amann. Luego, la película nos encierra en planos que provocan claustrofobia al llevarnos al interior de los vehículos, saturados de chucherías y objetos indispensables para el mantenimiento tanto del tráiler como del trailero, decorados con una estética ochentera bajo luces nocturnas de neón. Las secuencias de intimidad abundan en primeros planos, filmadas como si pasáramos las horas con ellos: cuando los dos se juntan, el tiempo se congela, eternamente agridulce.

Como en toda gran historia de amor, sea tradicional o no, hay un sacrificio. A pesar de la crudeza del choque entre opuestos, de la hostilidad del paisaje y de los secretos que este guarda, Pablos no se deja arrastrar por la oscuridad. Propone una unión bella y sincera de dos seres humanos en medio de la adversidad. El amor, venga de donde venga, suele surgir en los lugares menos pensados y cuando menos se le espera. Aquí, en cambio, no es inesperado: brota justo donde más se necesita.

Ficha técnica:

En el camino (México, 2025)

Dirección: David Pablos

Reparto: Víctor Prieto Simental, Osvaldo Sánchez

Guion: David Pablos

Fotografía: Ximena Amann

Duración: 93 minutos.

Viridiana Ballesteros Villalobos
Sección: Butaca -

Viridiana Ballesteros Villalobos

 

Apasionada por las artes, especialmente el cine. Fue parte del jurado en La Matatena Festival Internacional de Cine para Niños… y no tan Niños, y ha participado en diplomados y cursos de realización cinematográfica. Disfruta de la lectura, la pintura, la música y la danza en su tiempo libre.

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