Juan Gabriel en serie: íntimo, público, personal y colectivo.
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«Cuando uno se va, lo que se queda es lo que dio. Se está haciendo un video para cuando yo ya no esté en este planeta, para dejarlo como un testimonio. Es una época muy hermosa de mi vida, y he querido compartirla con ustedes.»
Juan Gabriel en Juan Gabriel: debo, puedo y quiero.

 

Juan Gabriel —nacido como Alberto Aguilera Valadez y conocido en México y en el mundo como El Divo de Juárez— es una figura tan emblemática para la cultura e historia mexicanas que no necesita presentación. Como señaló la directora María José Cuevas en entrevista exclusiva para Fósforo UNAM: “…es omnipresente, porque Juan Gabriel se pasa de generación en generación […] Juan Gabriel es eterno”.

María José Cuevas, diseñadora gráfica convertida en documentalista y autoproclamada apasionada de los archivos, se ha consolidado como una voz única en la producción actual del cine documental mexicano. En su ópera prima, Bellas de noche (2016), retrata de manera íntima y auténtica la historia de vida de cinco de las principales vedettes de México: Olga Breeskin, Lyn May, Rossy Mendoza, Wanda Seux y Princesa Yamal. En esta película las convierte en portadoras de reflexiones sobre temas como el precio de la fama, los cánones de belleza, la vejez y la sexualidad femenina.

En 2023, la directora estrenó La dama del silencio: El caso Mataviejitas. Pese a tener un tono menos íntimo, La dama del silencio (2023) examina a la sociedad mexicana a través de un fenómeno tan criminal como popular, y coloca a las víctimas —y no a la victimaria— en el centro de la narrativa, cuestionando lo que este insólito caso significó para la sociedad y la política mexicanas, tanto entonces como ahora.

Ahora, también a través del documental, María José Cuevas alista el estreno de Juan Gabriel: debo, puedo y quiero, su proyecto más ambicioso hasta la fecha, que llegará a Netflix el 30 de octubre.

Juan Gabriel durante su primera presentación en el Palacio de Bellas Artes (1990). Cortesía: Netflix.

La historia de Juan Gabriel se ha contado en numerosas ocasiones. Entonces, ¿qué distingue a Juan Gabriel: debo, puedo y quiero de otros retratos del cantante? Este no es sólo un retrato de Juan Gabriel, el ídolo, la estrella, la figura pública. Es también, y quizá sobre todo, un retrato de Alberto Aguilera: el hijo, el padre, el amigo, el ser humano. Se trata de una mirada sumamente íntima, característica del trabajo de María José Cuevas, dirigida tanto hacia el artista Juan Gabriel como hacia la persona, Alberto. Esta mirada es posible, en gran medida, gracias al entusiasmo que tenía el cantante por documentar cada momento significativo de su vida, desde sus conciertos más icónicos, como los de Bellas Artes, hasta sus reuniones con familiares, amigos y colegas.

Que Juan Gabriel siempre llevara una cámara consigo dio lugar a un archivo documental inmenso, compuesto por más de 2,000 cintas de video —en diversos formatos—, además de álbumes fotográficos y grabaciones de audio de todo tipo. Este archivo abarca desde su nacimiento, el 7 de enero de 1950, hasta su muerte, el 28 de agosto de 2016. Además, Juan Gabriel: Debo, puedo y quiero utilizó material del acervo de la Filmoteca de la UNAM, lo que enriquece la experiencia del espectador.

Aunque revisar, catalogar, seleccionar, restaurar y editar esta enorme cantidad de material fue una tarea abrumadora, para María José Cuevas resultó un proceso emocionante y maravilloso. En sus propias palabras: “Me tocaba hacer el retrato de un personaje que no estaba vivo y que tuve la fortuna de conocer a partir de los videos que él nos dejó para contar su historia. […] Nos quedaba claro que teníamos que contar esa historia, pero el gran tesoro que teníamos era que la íbamos a contar por primera vez a partir de sus archivos personales, en donde es él.”

El equipo de realización llevó a cabo un cuidadoso trabajo de investigación, análisis, organización y ensamblaje para reconstruir el rompecabezas completo del artista; alejándose de la farándula, el morbo y el escándalo, y acercándose a lo humano, lo vulnerable y lo sensible.

Cuevas retoma en esta serie documental dos elementos distintivos de su trabajo: lo íntimo a través de lo público y la manera en que la cultura popular refleja la sociedad en la que se inserta. “Mis trabajos siempre buscan entender la cultura popular desde su propio contexto, porque creo que eso es una ventana para comprendernos como sociedad. La cultura nos impacta a todos, de alguna manera, porque forma parte de nuestra vida cotidiana, y eso resulta muy atractivo […]. Aunque hay más público viendo ficción, el documental también está abriéndose a otros públicos. Muchas personas creen erróneamente que un documental es solo un reportaje y lo rechazan. Sin embargo, el documental puede ser de protesta, social, político o de cultura popular —este último es el tipo que a mí me gusta hacer—, porque permite que todos nos reflejemos en él. Esa capacidad de espejarnos en la cultura termina siendo muy atractiva para la audiencia.”

La serie “Juan Gabriel: debo, puedo y quiero” (2025) incluye material de archivo exclusivo, filmado por el cantautor. Cortesía: Netflix

Esta nueva entrega no solo nos permite conocer mejor a Juan Gabriel, sino también reconocernos a nosotros mismos a través de él: “Juan Gabriel siempre te va a llevar o a lo muy personal o a lo muy colectivo.” ¿Qué nos dice la historia de Juan Gabriel como mexicanos? ¿Qué nos revela de nuestra sociedad, de nuestra historia como país, de nuestra propia vida, de nosotros mismos? ¿A qué nos recuerda? Creo que en todas estas preguntas radica la importancia, no solo de esta nueva mirada al compositor, sino también del documental como propuesta dentro del cine mexicano en general.

Nuestro cine refleja lo que somos como sociedad. Las historias que decidimos contar —y también ver— nos definen. Es ahí donde voces como la de María José Cuevas se destacan entre las demás producciones cinematográficas: ¿desde dónde nos posicionamos para representarnos y vernos representados a través de nuestras figuras, nuestros símbolos, nuestra historia? En un mar de producciones ficcionales de corte biográfico sobre las figuras más icónicas de la cultura popular mexicana, como Hasta que te conocí (2016), José José, el príncipe de la canción (2018), Luis Miguel, la serie (2018) o incluso la reciente y controversial Chespirito: Sin querer queriendo (2025), Cuevas ofrece una mirada fresca y muy pertinente en los tiempos actuales: nos lleva de lo público a lo íntimo, de lo personal a lo colectivo; rescata la importancia de lo documental y del archivo, de la memoria viva. Así, cuestiona temas que muchos creen agotados y nos invita a ver lo que se esconde detrás del telón.

Juan Gabriel: debo, puedo y quiero hace mucho más que contar la historia del compositor: muestra a Juan Gabriel en esencia, en un retrato elaborado a través de la propia mirada del artista y de quienes fueron más cercanos a él. María José Cuevas rescata su voz y sirve como vehículo para que el cantante cuente su propia historia a través de lo que él mismo decidió dejar grabado como testimonio de su paso por este mundo. La directora remata: “[Juan Gabriel] murió hace nueve años, pero yo siento que está más vivo que nunca.” Y continuará viviendo, renaciendo en obras como esta, que nos invitan a regresar con nuevos ojos a aquello que creemos conocer, pero que esta vez se revela desde lo más íntimo, lo más profundamente humano.

Juan Gabriel en “Es mi vida (El Noa Noa 2)” (1982), Dir. Gonzalo Martínez Ortega. Cortesía: Filmoteca UNAM
Ficha técnica:

Juan Gabriel: Debo, puedo y quiero (México, 2025)

Dirección: María José Cuevas

Guion: María José Cuevas, Manuel Alcalá, Eduardo Donjuán, Álvaro de la Lama

Fotografía: Axel Pedraza

Producción: Laura Woldenberg, Ivonne Gutiérrez

Una temporada, cuatro episodios.

 

Entrevista exclusiva con María José Cuevas, directora de la serie documental Juan Gabriel: Debo, puedo, quiero, realizada en septiembre de 2025.

Nataly Olascoaga Hernández
Sección: Maratónica -

Nataly Olascoaga Hernández

 

Crítica cinematográfica con un enfoque que cruza la pasión por el cine, la investigación académica y la creación literaria. Ha incursionado en diversos géneros literarios como parte de proyectos personales y académicos, como la poesía y el cuento.

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