Los cines por venir: Impulso Morelia
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¿Cómo sabemos cuándo una película ya está lista? ¿Cómo se involucran las empresas y los festivales de cine para que las nuevas propuestas lleguen a nuestras pantallas? Un vistazo a la programación del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) es suficiente para darnos cuenta de que los festivales de vanguardia se comprometen, desde la curaduría hasta los proyectos colaborativos, a diseñar espacios que propicien la diversidad, el diálogo y la profesionalización de cada proceso en las películas que están por venir. Así sucede en Impulso Morelia, que si bien no es un programa único en su especie, se ha convertido en el más importante a nivel nacional con diez años de trayectoria y una larga lista de casos de éxito.

Chicas tristes, de Fernanda Tovar, Guerras invisibles, de Marcela Arteaga, y La gran familia, de Matías Meyer, son algunos de los proyectos seleccionados para participar en la onceava edición, que se realizará en el marco del FICM 2025. Entre trabajos de cine documental y óperas primas de ficción, el festival ya anunció qué títulos participan para ganar, además del enriquecedor diálogo con expertos de la escena mundial, los reconocimientos que el proyecto otorga a través de este work-in-progress en colaboración con Cinépolis, Estudios Churubusco, Estudios Splendor Omnia, Caffeine Post y LatAm cinema.com, para facilitar los gastos de edición y distribución de las cintas. Conversamos con Andrea Stavenhagen (curadora de cine y coordinadora de esta iniciativa) sobre las fortalezas de esta iniciativa: el diálogo y la comunidad que se ha formado a lo largo de once años.

Equipo de la película “Si no ardemos, cómo iluminar la noche” y Andrea Stavenhagen, en Impulso Morelia del 22º FICM. Cortesía: FICM

Impulso Morelia es un espacio que convoca anualmente a realizadores que tengan películas en postproducción para que dialoguen ante un panel de expertos y sus pares sobre los últimos detalles de sus rodajes. Este año, seis producciones se presentarán ante panelistas como Ava Cahen, directora artística de La Semana de la Crítica del Festival de Cannes desde su edición 61 (2022); Cristian Calónico, Director General de los Estudios Churubusco; y Benjamín Domenech, productor y fundador de Rei Pictures. El diálogo que surge entre el equipo de cada película y los expertos es fundamental para afinar detalles o identificar potencias en cada proyecto de manera creativa, rigurosa y respetuosa. Es por eso que, para Andrea Stavenhagen, las películas seleccionadas no llegan a Impulso Morelia para señalarles errores durante el encuentro, sino que “encaran los retos de la postproducción y tienen, cada una, necesidades distintas para lograr su conclusión. Encuentran en Impulso Morelia un escenario propicio para avanzar en los procesos faltantes que enfrentan.”

Inauguración de Impulso Morelia en el 22° FICM. Cortesía: FICM

Cineastas como Salvador Martínez y Alexandra de la Mora relataron para Atrapasueños: la diversidad de nuestro cine (2023) la vulnerabilidad y el nerviosismo que sintieron antes y durante la proyección de sus proyectos en las pantallas de Morelia, el festival de cine más importante de México. Sabemos que es sumamente complicado mostrar proyectos creativos en proceso, porque incluso terminados implica mostrarnos a nosotros mismos en una situación de completa vulnerabilidad. Durante este proceso, ¿cuál cree que sea la importancia del diálogo y la retroalimentación entre pares?

Andrea Stavenhagen: “El diálogo y la retroalimentación son los aspectos fundamentales de la identidad de Impulso Morelia y hemos cuidado que, a lo largo de su existencia, sea la razón de ser de esta sección. Se plantea como un diálogo respetuoso y constructivo en un momento que, para algunos proyectos, es de mucha fragilidad aún, pues presentan un corte de trabajo y no un corte final de la película. Un proyecto en etapa de edición puede todavía suponer ciertas inseguridades e interrogantes por parte de los realizadores; y recibir una retroalimentación que aporte elementos para la mejor conclusión posible de un proyecto es esencial.”

Como todos los proyectos de Morelia Pro, que contribuyen a la formación y actualización de los profesionales de la industria cinematográfica, esta iniciativa es imprescindible para los cineastas y colaboradores del festival. Su impacto en la escena mexicana es palpable si consideramos, por ejemplo, la trayectoria de películas como La Tempestad (2016), La libertad del diablo (2017) o La paloma y el lobo (2019), que luego de competir en Impulso Morelia y obtener los reconocimientos más importantes del proyecto, ganaron también la ovación del público y de la crítica especializada. Impulso Morelia se ha consolidado entonces como un proyecto exitoso para destacar el talento mexicano, pues no solo comprende su diversidad y compromiso con la innovación, sino que apuesta por él y lo acerca a los sitios correctos. ¿Qué seguimiento le han dado a los proyectos después de su paso por Impulso Morelia?

AS: “Siempre mantenemos contacto con los equipos de los proyectos participantes después de las ediciones a las que acuden. Como sabes, varias de las películas que han participado en Impulso Morelia han sido terminadas y estrenadas en destacados festivales de cine. Los ojos de programadores están siempre atentos a estas secciones, y Morelia reúne todos los años a representantes de otros festivales importantes, curiosos por descubrir las nuevas propuestas del cine mexicano. Eso ha ayudado a que se obtenga visibilidad internacional sobre los títulos seleccionados y varios de ellos han logrado estrenos mundiales relevantes. También nos interesa seguir la trayectoria de los realizadores que participan en el FICM, así que siempre hay comunicación entre las distintas secciones del festival para conocer sobre los nuevos proyectos en los cuales trabajan.”

Andrea Stavenhagen y el equipo de la película “Ávia”, en Impulso Morelia del 22º FICM. Cortesía: FICM

Desde su fundación, José María Riba, destacado crítico y programador del festival, propuso seguir el ejemplo de otros festivales con espacios de work-in-progress, como el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, en España. ¿Cuáles son las fortalezas que han posicionado a este proyecto entre otros festivales con programas y objetivos afines?

AS: “Una gran fortaleza de Impulso Morelia es el dispositivo que propone. La posibilidad no solo de obtener ayuda financiera o de servicios de postproducción para la terminación de las películas, sino el privilegio que tienen los realizadores (y productores u otros miembros del equipo) de entablar un diálogo creativo y constructivo sobre sus cortes de trabajo con reconocidos profesionales de la industria cinematográfica internacional. Se trata de un espacio que permite —y alienta— la reflexión y el intercambio de ideas. Proyectar la obra en pantalla grande, ante un público profesional sensible que ofrecerá después opinión y, quizás, recomendaciones o consejos, es sin duda una oportunidad única que los equipos de las películas valoran mucho.”

El año pasado mencionaste para otra entrevista que “Morelia no es un mercado que reúna de manera recurrente a agentes de ventas, distribuidores o productores”, y que “hacer un work-in-progress en este contexto implicaba un reto especial para encontrar la identidad de esta sección.” ¿Por qué decidieron mantenerse en esta línea?

AS: “Decidimos mantenerla porque ha resultado en una estructura de mucha utilidad y de importante contribución para la conclusión y circulación de los proyectos participantes. El Festival de Morelia tiene, como sabes, un relevante prestigio. Mantiene un cuidadoso criterio en su programación y convoca año tras año a invitados nacionales e internacionales que enriquecen los encuentros, el diálogo y la reflexión en todas sus secciones. Impulso Morelia se inserta como un programa fundamental de las actividades del FICM y recibe también a destacados productores, realizadores y programadores de festivales. Morelia no tiene en su estructura un “mercado cinematográfico” como tal, pero la afluencia de profesionales de la industria cinematográfica es constante y sólida; eso ha contribuido también a fortalecer la sección de work-in-progress.”

Afortunadamente, los encuentros en las salas de Morelia no terminan ahí. Morelia Pro es un conjunto de proyectos que se llevan a cabo antes y durante el festival, y su organización anual nos recuerda que todas las personas involucradas están comprometidas con fortalecer cada eslabón del quehacer cinematográfico, así como en procesos de aprendizaje continuo. Impulso Morelia seguirá mostrando que, lejos de las suposiciones negativas de quienes poco o nada hacen por ver cine mexicano, existe una industria diversa que defiende sus propios códigos e imaginarios, y un entramado cultural que responde a la urgencia de filmar y exhibir miradas para el encuentro.

Referencias:

IMCINE. (2023). #Atrapasueños: Impulso Morelia: películas en proceso [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=1JzUMdpSFFo

Festival Internacional de Cine de Morelia. (2023). Impulso Morelia 11 da a conocer su selección y su panel de expertos. https://moreliafilmfest.com/impulso-morelia-11-da-conocer-su-seleccion-y-su-panel-de-expertos

Martínez, G. (2024). Impulso Morelia, 10 años expandiendo el alcance del cine mexicano. Festival Internacional de Cine de Morelia. https://moreliafilmfest.com/impulso-morelia-10-anos-expandiendo-el-alcance-del-cine-mexicano

Ficha técnica:

Entrevista exclusiva con Andrea Stavenhagen, responsable de Impulso Morelia, realizada en septiembre de 2025.

Camila González López
Sección: Yo filmo -

Camila González López

 

Carrera y facultad: Lengua y Literaturas Hispánicas. Facultad de Filosofía y Letras (UNAM)

Una semblanza breve: Xochimilco (2003). Estudia la obra de escritoras latinoamericanas. Obtuvo el primer lugar del concurso Alfonso Reyes Fósforo (2021) y ha colaborado en otros festivales de cine. Paralelamente se dedica a la gestión cultural con La Cartelita y a la escritura creativa.

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